jueves, 26 de agosto de 2010

José María Gonzalez Ortega

































A L A S DE C A R N E

Para Sagrario Torres, hermana poeta, en su homenaje
(“Los ojos nunca crecen”)


RECIEN PISADA
la serpiente,
la máscara
(los bordes
yertos)
vuelas, trozo
de luz, niña
de luna hermosa
como el deseo,
“porque quieres
jugar, y no morirte”.

Vives, y, ardiente,
la palabra
te persigue, busca
tu dimensión,
tu jardín,
tu forma
natural
y sin comunes,
propia.

Sirio joven, espiga
y almendro, tú:
Playas de lentas
olas, de sirenas
desnudas y doradas
-novias fueron
de Ulises-, dentro
tuyo, vivas
en tus raíces.

Conoces, creas, das
amor, por eso lloras,
y caes,
y cantas,
y ríes...

Alas de carne “crecen
en tus ojos”,
en tus labios
del
mundo,
compañera.


Con mi más sincera amistad,
con profunda gratitud,
con un fuerte abrazo.


JOSE-MARIA GONZÁLEZ ORTEGA

(Grupo Literario “Cálamo” de Ciudad Real)

José María Bermejo


Sobre Regreso al Corazón

José María Balcell Domenech





























































































José Luis Rodriguez Argenta

HABLANDO CON TUS CATORCE BOCAS





Contigo he pasado esta noche, Sagrario, con tus versos,
con tus catorce bocas,
con tu naranja única;
con tu deseo de dedos de rastrillo
que llamaban a mis ríos solitarios y a mi sangre.

Nunca, sabes,
he podido verter en dunas esta arena
y nunca esta agua dolorida
sonó entre labios verdaderos, prolongado canto
de piedra y transparencia
igual que tu enjuagada caracola.

Jamás los deltas infinitos de la aurora
dejaron la materia, ésta materia mía
delgada regresando a su blancura,
tu blancura, Sagrario, que pides al final con grito de tus ojos.

Ahora recuerdo
al apagar tu libro; tu soñar inmóvil,
recuerdo el Dios que me has hablado
ayer, la otra tarde por teléfono,
que quema tu boca o tus catorce bocas

y pienso en esa llave que tienes en tu arca
que sabe abrir el beso,
que sabe abrir la rosa,
que sabe abrir la presa, ésta del pecho
fundido en mordeduras,
en solitaria sangre,
esperando la copa cristalina siempre
que pueda contenerla con pureza
sin verter una gota de pureza.

Y pienso,
estoy pensando todas las distancias y todas las ausencias
y cómo nunca verás en tu jabón mis huellas.

Te veo perdida, dejando aquellas rosas en otra piedra
borrada por tu llanto
¿por qué no estaría yo, allí, Sagrario,
mis manos,
para guardar aquel instante,
la belleza de tus ojos como nunca, estoy seguro?

Una lágrima tuya sola hinchada de soledad de ti
tantas veces, como al abrir la puerta de tu casa,
llega ahora a tu sed vertida en tu melena,
filtrada hasta tu pecho ansiando ese otro pecho
fuerte con latir de bronce y de caverna.

Gracias por escribir hombre con mayúsculas,
gracias también por tu mochila;
¿habrá algo en ella, me dejarás mirarlo,
que cure las llagas que me deja esta locura
mía
de mis horas?

Gracias, Sagrario,
pero ¿es que acaso
no sabes que cada uno de nosotros,
todos, somos un pálido reflejo, ya olvidado
de un solo dedo de aquel, de cuerpo recostado,
que sueñas y a quien te llegas con ungüento
y secas con tu pelo entero y ofrecido
como ninguna Magdalena haría?

Él, que solo puede ser el hombre,
el vino de las vírgenes, la misma
nada nuestra.

Acércate una vez más, sólo te pido, está en tu alcoba;
y con tu fe dorada de tus venas,
que puede mucho,
quema un poco mas, para este mundo
que dejamos, de esa radiante ajazminada cera
virginal que fluye de tus catorce bocas.


JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ ARGENTA
Madrid, octubre de 1968

viernes, 9 de abril de 2010

Jose Lopez Martinez


Jose Ledesma Criado

















A SAGRARIO , con mi fraterno abrazo

Sagrario, amor es la disculpa
recuerdo tu verdad de Valdepeñas
visión del mar el labio y la azucena
soledad de un cansancio entre los lirios.

La tarde aquí en Madrid
-Salamanca en la niebla-
me obliga a caminar donde tus voces
gritan atardecer en el olvido.

La ausencia me columpia entre las vides
tu luz es la poesía de mi alma
la tarde, -luz violeta- la tristeza
es rojo amanecer en este abrazo.

Sagrario, amor es la distancia
y la piedra es la espuma de tus versos.


JOSE LEDESMA CRIADO

Madrid

con el andén a Salamanca 14-XII-79

Jose Javier Aleixandre















































































































CARTAS DESDE MUY CERCA

a Sagrario Torres

Desde hace tiempo te debía carta.
Se me quedó en el punto de la pluma
como un ovillo prieto
sin devanar; como preñada nube
que nunca desataba su madeja de lluvia;
como la espina de una flor sin pétalos
clavada en mi pereza.

(Se me pasan los días asomado
detrás de la ventana sin romper los cristales.
Imaginando abismos y montañas,
desbocadas estrellas, rincones ateridos,
navegaciones, sendas empedradas de alas,
vértigos infinitos sin esquinas,
ramas para las jaulas de mis miedos.
Pero no rompo los cristales. Cruzo
de mi calle a mi calle, pasajero
de un autobús parado.
Con partos de ratones en los montes
que pretendo elevar en mis palabras.
Una vez y otra vez para mañana
dejando lo que tengo que hacer hoy.
Y por eso, mujer, amiga mía,
desde hace tanto tiempo te debía carta).

Nuevamente me escribes.
Siembras tu corazón en la tristeza
de una muerte que al alba te remueve
la tierra antigua que implacable avanza
-vidrios puestos al sol- en tu memoria.

Ahora sí, mi pluma se hace espejo
de lágrimas ocultas,
para llegar hasta tus señas
-Virgen del Coro,10- y con pisadas
de amarillo papel casi arrugado
subir por su escalera mi saludo.
Este saludo que me va saliendo
sin tachaduras y sin pausas,
como una enredadera que intentara
subir a tu ventana tan abierta a las rosas
el campanario del amigo.
Que si parezco olvidadizo y busco
por mis bolsillos sin cesar disculpas,
es porque casi siempre las campanas
me vuelan en silencio y hacia dentro.

Mujer, amiga mía, tú que sabes
recoger aleteos de vida verso a verso,
como si fueran flores para bordar despacio
sobre pacientes bastidores,
acoge esta costura
precipitada y con hilvanes
y pliégala en el arca
profunda de las cosas verdaderas
con la benevolencia que acostumbras.
Comprensiva recoge
la catarata de este par de pliegos
que desde mi desorden locuaz se precipita.
Es que en el punto de mi pluma
por fin la tinta azul se ha desbordado.

JAVIER ALEIXANDRE
Enero de 1995





JUEGO FINAL

(SONETO SIN SINALEFAS)



Un soneto pretendo sin ninguna
sinalefa servil agazapada,
y las combatiré con estudiada
precisión. Sin piedad. Sin dejar una.

Sin que la lengua con inoportuna
traba deba luchar. Para que nada
tuerza la voz, y con la voz salvada
pueda ser la palabra limpia cuna.

Ya consiguiendo voy lo que quería,
por más que necesite todavía
culminar con tres versos esta brega.

Pero cumplo, por fin, y mi soneto
hasta la meta del postrer terceto
sin una sola sinalefa llega.

JAVIER ALEIXANDRE
Colección Julio Nombela
Asociación de Escritores y Artistas Españoles
Año 2.003


SONETOS DE HOMENAJE A SAGRARIO TORRES compuestos el día 16 de enero de 1982 por los poetas Luis López Anglada, Angel García López y José Javier Aleixandre, en casa de Luis, al que también asistieron Carlos Murciano y Leopoldo de Luis; estos últimos no figuran porque se marcharon antes, y la composición de estos sonetos se hizo a las dos de la mañana. Este homenaje tan cariñoso e inolvidable quiso hacerlo Maruja Guerra Vozmediano, como agradecimiento por el poema que yo le dediqué en mi libro “Regreso al corazón”.

Cada poeta iba escribiendo un verso, improvisado, en cada uno de los tres sonetos tratando así de dar sentido al verso anterior.

Fue una noche magnífica.


HOMENAJE A SAGRARIO TORRES
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16-1-82


Ay, Sagrario, Sagrario ,tengo prisa
para decir lo que decirte quiero,
¡si me pudiera hacer valdepeñero
y beberme de un trago tu sonrisa!

Si pudiera del mar darte la brisa
yo, manchego, me hiciera marinero
y, para mejorarlo, vinatero
que un vino dulce y suave te improvisa.

¡Qué cosecha de versos tan hermosa!
Hermosa y deliciosa y tan preciosa
como Sagrario Torres se merece.

¡Que todos tus laureles, Valdepeñas,
digan laureles donde dicen dueñas
y crezca en ti el amor que nos florece!



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Soneto raudo, improvisado, impropensado, cálidamente escrito en tiempo increíble para una Mónica que fue Sagrario, porque torres mas altas han sido objeto de sonetos de estos tres poetas.


Ella llamarse Mónica quería
pero Sagrario le tocó en la suerte
y ha de seguir así hasta su muerte
Mónicamente haciendo poesía.

Mónicamente hacerlo no debía
porque ya sabes tú –verte y no verte-
¡Que agiten los pañuelos de Reverte!
¡Que no le den la oreja que pedía!

Mas Mónica será después de todo
la que no hará que taches ni que borres
porque si borras, majo, no hay soneto.

Y ahora hay que buscar el mejor modo
¡Tú, manchega del sol! ¡Sagrario Torres!
¡Entidad y poesía! ¡Peso neto!


- - - - - - - - -



Para Sagrario en una noche nochera en casa de Don Luis (y no Mejías) mientras los versos echaban a volar y los poetas, sin saber de qué venía el consonante, ni acertaban a decir lo mucho que los tres, en uno, la querían.


Para Sagrario este soneto empiezo
marmóreo, de cristal, luna y granito.
¡Que quede como en mármoles escrito,
escrito en una rama de cerezo!

Sauce, magnolia, corazón y brezo.
Digo tu nombre, digo y lo repito,
porque para llegar a lo infinito
a una sola persona sólo rezo.

¡Sagrario Torres! ¡Mónica manchega
que con su verso ha derrotado al vino!
Al vino y al se fue y al que se queda.

¡Cómo gramaticalmente se entrega
revolviendo su verso a lo divino.
Júpiter yo, divina, hermosa Leda


LUIS LOPEZ ANGLADA
ANGEL GARCIA LOPEZ
JOSE JAVIER ALEIXANDRE

Enero de 1982

JUAN MANUEL CASTELLANOS RODRIGUEZ


jueves, 8 de abril de 2010

Isabel Ricardo Osorio

Isabel Ricardo Osorio.
Poeta cubana
A SAGRARIO TORRES

Distante hasta este viejo continente
recreas a lo lejos tu memoria,
alzando un pedestal para tu gloria
compuesta de mil versos inocentes

Tu humilde corazón que cual arcano
guardaba en su interior música innata,
tesoros que valían más que plata
y cambiaban mi invierno en un verano.

Y no puedo olvidar que tu ternura
desnuda de sonrisas insaciables
me lleva de la mano enternecida

al borde de una lírica locura,
llenando de recuerdos imborrables
cada instante consciente de mi vida.

sábado, 20 de febrero de 2010

miércoles, 27 de enero de 2010

JOSE FERNANDEZ ARROYO

















SONETOCRÓSTICO

A Sagrario Torres por
su primer libro de sonetos.



Sinceramente va mi enhorabuena
a este libro primero que te nace
grávido del amor que te deshace,
rebosante de fe que te encadena.

A tus catorce bocas te das plena
renunciando a otro pan que satisface
inmensamente más, y no se hace
ordenando con orden la cadena.

¡Trastorna y desbarata la baraja!
Olvida la compuesta cantinela,
rompe las viejas cuerdas que te atan.

Retorna a un mundo que se resquebraja
entre golpes de látigo y espuela
sobre gritos de hermanos que se matan.

José Fernández-Arroyo
Madrid 22 de mayo de 1968

JOSE FERNANDEZ ARROYO
































A SAGRARIO TORRES POR SU LIBRO “POEMAS DE LA DIANA”


¡Bien dieron tus poemas en la diana
de mi amor a La Mancha y su paisaje!
Se esponja en luz mi fibra castellana
con tu voz de azafrán y su mensaje.
Porque es tu voz henchida, plena y llana,
exenta de oropélico ropaje
la propia voz en su expresión humana
de La Mancha, tu amor y tu homenaje.

¡Cómo huele la tierra, cómo brilla
el herbazal, el ave cómo canta
en tu poema, cómo la sencilla
humildad del cabrero se levanta!
¡Qué ancha la anchura de mi tierra
en tus versos; el cielo, qué brillante!
¡Ah, Sagrario, qué clara y qué pujante
tu voz, que alma y corazón aferra!

Vuelo en tu libro por el campo: ¡Siento
que soy matojo, oveja, cepa, espiga,
abejorro, jilguero, monte, hormiga,
amapola, cardencha, luz y viento!
Y por este profundo sentimiento
que tu libro me da, Sagrario amiga,
que conmigo La Mancha te bendiga
y te torne en amor, por uno, ciento.


JOSE FERNÁNDEZ ARROYO
Publicado en la revista “Manxa” Junio, 1993

JOSE APARICIO CASAS

SIN HABLA ESTA NOCHE A SAGRARIO TORRES




Turbia me queda esta noche
asustada, ya entre voces, panderetas,
luces sin habla. Turbia, turbia la noche
se aleja.
Sagrario la noche te escucha
la noche te agarra, Sagrario esta tarde,
esta mañana.

Sagrario está en un paisaje
de La Mancha.


JOSE A. APARICIO CASAS
En el homenaje en Valdepeñas,1979

JOAQUIN MARQUEZ

















A SAGRARIO TORRES

tentada por el ciprés




Está viendo Gerardo ¿era ciprés?
Da otro salto mortal sobre sí misma;
Gerardo sigue allí. ¡Que se descrisma!
No sabe ya donde poner los pies.

Investiga el derecho y el revés,
hacia arriba, hacia abajo y se ensimisma.
¿Cómo mirar las luces de ese prisma
para no ver Gerardos como ves?

Pobre Sagrario, en Silos, condenada
para la voz, alicaído el canto,
y sintiéndose arder por la mirada.

¿Pobre Sagrario? Suelta los sentidos.
Abandona los ojos por el llanto
y deja que te canten los oídos


JOAQUIN MÁRQUEZ
Sevilla, junio de 1975

JOAQUIN MALO DE MOLINA
















A SAGRARIO TORRES



No sé si estás casada o eres soltera.
Si el amor ha llamado a tu ventana.
Si eres rayo de luz de la mañana
o margarita flor de primavera.

No sé si eres humilde o altanera.
Con el hombre cruel, o eres humana.
Si eres de una belleza soberana
o de belleza igual que otra cualquiera.

Si eres sangre de Lope o de Quevedo.
Si la hermana mayor de Rosalía;
o de Antonio Machado, por ejemplo.
-Con cualquiera de éstos hoy me quedo-.
No hallé mejores versos todavía
en los setenta años que contemplo.

JOAQUIN MALO DE MOLINA
Dedicado a S.T. en su libro
“Cien hojas de mi árbol” 1.980


A SAGRARIO TORRES

Por “Esta espina dorsal estremecida”



Soneto tras soneto voy leyendo
de tu libro en verso prodigioso;
con ese acento puro, limpio, hermoso,
vas tu sangrante alma describiendo.

No te he visto jamás y te estoy viendo
medio oculta en tu trono misterioso:
y en tu camino agrio y silencioso
una estela de luz vas esparciendo.

¿Por qué ocultar tus alas en la niebla?
¿Por qué apagar tu sed de amor divino?
¿Para qué ahogar tu luz en la tiniebla?

¡No quieras recordar tiempos adversos!
Vuelve a tu luz. No tienes mas camino
que el camino glorioso de tus versos.



JOAQUIN MALO DE MOLINA
De su libro “Cien hojas de mi árbol”
Ed. en El Burgo de Osma, 1980

JESUS MARTIN Y RODRIGUEZ CARO


















Jesús Martín y Rodríguez Caro
Junio 1.990


A Sagrario Torres

Tus catorce bocas me alimentaran
una noche en que el sueño erra ausente
a las caricias de un amor latente,
y en su ausencia, tus versos me bastaran.

Sonetos que en mis carnes se soñaran
como idilios de un amante presente,
me acariciaran de forma silente
y con ellos mis labios cabalgaran.

Sin darme cuenta, tu verso redimía
a una noche consumida en el estío
haciéndote, poco a poco, solo mía.

¿Cómo pagarte la deuda?, Sagrario,
siendo como fuiste, sangre que fluía,
¿Bastará con un soneto tuyo y mío?

JESUS MARTIN Y RODRIGUEZ CARO

J. C.

J. L. ARIAS

HECTOR VAZQUEZ AZPIRI




































LETANIA DOLIENTNE POR SAGRARIO TORRES



Campo De lirios yertos, Sagrario Torres,
hoja de la mañana, Sagrario Torres.
Luna herida en la piel, Sagrario Torres,
mordedura de escorpio sagitario, Sagrario Torres.
Ventanal de abubillas, Sagrario Torres,
nenúfar desolado, Sagrario Torres,
campana fría, casi lloro, sola, Sagrario Torres,
yugo de luz, angelical destello, Sagrario Torres,
nutria de voz con eses, Sagrario Torres,
orilla de mi río y de mi muerte, Sagrario Torres,
lenta, lenta, muy lenta, Sagrario Torres.
Lúpulo donde nazco cada día, Sagrario Torres,
arpa que nunca suena, Sagrario Torres,
araña de metal y de bravura, Sagrario Torres,
vaso de vino lleno de nostalgia, Sagrario Torres,
canto de marinero, Sagrario Torres.
Rueca de noviembre, Sagrario Torres,
ala de arcángel desmesurado, Sagrario Torres.
Góngora pacería en ti, Sagrario Torres,
ektukatantikrú, Sagrario Torres,
pez que desdeña el terciopelo, Sagrario Torres,
gata de luz y de cristal y de ánfora, Sagrario Torres,
destello prematuro, Sagrario Torres,
limonero enlutado, Sagrario Torres,
cíngulo ventanal, ave maría, Sagrario Torres,
horca llena de nubes agitándose, Sagrario Torres,
atardecer manchego, primavera, Sagrario Torres,
hombres con sed, arcángeles bestiales, yuntas frías
los cuencos de tus ojos, tus pupilas de noche
y tus pechos borrachos, tus antenas,
sagrario torres calderón, sagrario
torres y calderón montiel, sagrario torres,
torres sagrario, calderón sagrario,
torres, torres y torres y sagrario
calderón y montiel, Sagrario Torres
Sagrario Torres y sagrario torres,
y sagrario, montiel, Calderón, Torres
y Sagrario. Venial, arpada, entera,
larga como las noches de noviembre, Sagrario Torres,
breve hogaza de pan cociéndose, Sagrario Torres
y retama y cicuta, Sagrario Torres,
y tomillo y enebro, Sagrario Torres
catarata de pena, guitarra desgarrada,
reloj en el que lloran los minutos,
molino embravecido,
aldevarán de nieve
astrolabio perdido, ristra de ajos,
toro de soledad y Valdepeñas.
aligustre del corpus y espadaña
jugo verde, Sagrario Torres,
roca silícea y eternal, cúspide, cima, llanto, cadena
cantanal, cimitarra, losa viva.
Jabalambre, Arcos de la Frontera
Jerez emponzoñado por la brisa , austero
puerto de montaña y nube, caldera de mi sed y mi lamento
órbita eterna, campanario frío
tacto para las huellas dactilares
bóveda sin grietas, Sagrario Torres
Sagrario Torres, Ay, Sagrario Torres
Sagrario Torres, Sagrario Torres Sagrario Torres.


HECTOR VAZQUEZ AZPIRI

HECTOR VAZQUEZ AZPIRI


































A Sagrario, con amor de hombre


Déjame ser cobarde, que es lo mío,
Sagrario, hija del peine y de la ola
caracola celeste, caracola
con dos crenchas azules como un río.

Quisiera ser caballo y caserío,
quisiera ser sustancia y pepsi-cola,
una alfombra vestida de amapola,
un beso en la mejilla, un atavío
de terco cimarrón amando amando
amando hasta el dolor de la mañana
que desgarra el visillo. Atronando
mis sienes con amor de barbacana
(dos disparos al aire) Dibujando
tu nombre de Sagrario, de Sultana.

No hay suficiente lluvia aqué en Donosti,
ni hay suficiente río, suficiente,
ni cena que viene y va, ni agua en la fuente,
ni agua de mar salada; ni hay segundo
de agua en tu voz de sed que me destierra.

Agua es mi corazón donde se encierra
tanto badajo informe, adolescente,
tanto odio hacia la gente, hacia la gente
que nos come, nos mira y nos aterra.

Sagrario del amor, te necesito
hora a hora, minuto por minuto,
te veo y grito, porque lloro y grito.
Acaricio al caballo y me repito,
amante desgarrado: solicito
algo de ti : tú misma, y me ejecuto
CUAJ!


HÉCTOR VAZQUEZ AZPIRI

HECTOR VAZQUEZ AZPIRI



































































EN EL CONGRESO DE ESCRITORES EN SAN SEBASTIÁN
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Sagrario Torres, campanilla mía,
coronela del alba y del verano,
hora de soledad, haz de secano,
compañera del alma todavía.
¡Quién tuviera en la rosa un alma fría!
¡Quién pudiera ser árbol inhumano!
(o alojar en el hueco de tu mano
todo mi corazón y mi alegría)
Sagrario Torres, quemarás las alas
huyendo cada día, caminando
del mercado a la casa y al mercado
y a la casa, Sagrario, con sus salas
frías de frialdad casi enfriando
de frío y frío y frío y frío helado.
Filete de ternera, diez pesetas,
caldo de cormorán, dieciocho duros
(Llorar no cuesta, pero si se llora
guarden las zapatillas)
He venido una tarde
así, calmosamente, confiado
en tus garras azules.
Creí que era un bote
y di patadas a mi corazón caído
en una esquina llena de salivazos
donde orinaba un viejo; otro cantaba
una habanera. Otro reía
apenas con dos dientes y un cigarro
agarrado, de yedra,
y ¿recuerdas?
Fuimos
a comprar, hasta un peina y un muñeco
y volvimos sin nada, con las manos
vacías.
Y volvimos
con las manos vacías
y volvimos,
Sagrario, tarde, un martes
con las manos vacías.
¿verdad? ¿o no es verdad?
Sin muñeco y con las manos
V A C Í A S !!!!!!!
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Poeta, poetisa, poetámbula,
Sagrario Torres, ay, doña Sagrario,
capitana de esbelto campanario,
oca de luz tardía, sanguinámbula.
Debajo de tu huella dactilámbula
hay piel herida y tensa. Sagitario
no te holló con su dardo y en Acuario
has nacido, precisa y complicámbula.

Sabes coser, inglés, taquigrafía,
(no rompas el vestido en la montaña)
(no insultes a la mar, ay rosa fría
que mojará tus dedos de espadaña)
Manchega sin olor de alfarería
vive en paz, yo te velo, arriba España.

A Sagrario, lo único bueno con faldas
Héctor
1968

HECTOR VAZQUEZ AZPIRI


HECTOR VAZQUEZ AZPIRI










Hotel Maria Cristina
H - ****
San Sebastián

1.968

En ese tute “perrero”
ganas inmensos caudales
que los pierden cada día
tus amigos más leales.
- - -
Y dicen con alegría
al ver reducir sus bienes
Ay, Sagrario, guapa mía
el buen ganar que tú tienes
...................................

Estos magníficos versos, de un poeta anónimo, no los aproveches para tu libro y si lo haces aclaras que no son tuyos.
- - - -
Poeta anónimo

(Alguien que estuvo en la reunión de escritores, ¿Héctor Vazquez?)

GUIELLERMO DIAZ PLAJA

GUILLERMO DIAZ PLAJA

GERARDO RODRIGUEZ

( I ) JOYAS INAPRECIADAS


A Sagrario, como la juzgan otros


El que ve tu silueta
saltarina e inquieta
que como una veleta
se mueve sin cesar,
sin ser él muy pelele,
si el pobre “no las huele
en psicólogo”, suele
un planchazo llevar.
Pues juzga con simpleza
que tienes tu cabeza
tan sólo como pieza
que sostenga el tupé,
y no sabe el “camueso”
que la juzgó sin seso,
que aligera su peso,...
pero yo sí lo sé...

Tras ese bulle-bulle
aparente, rebulle
un vuelo que te imbuye
en sano aletear;
nada serio acá abajo
pesadumbre te trajo,
que tú, con desparpajo,
más alto has de volar.

- - - - - - - - - - -

Y el que escucha tu risa
que alegrías irisa
estentórea, aprisa
te juzgó un cascabel...
Quizá los que así crean,
verdad en ello vean,
porque cascabelean
PEPITAS DE ORO EN EL









( II )


VISION CERTERA


A Sagrario, como la juzgo yo
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Las almas llevan su historia
por muy intrincadas sendas...
Ojalá en la tuya entiendas
la amplitud de trayectoria.
No te creas ilusoria
si ves un camino vario,
ni me juzgues visionario
si firmes rutas te auguro,
que un lazo fuerte y seguro
surgió entre los dos, SAGRARIO.

Que no es cordial ese lazo
porque ha nacido en la mente?
No será menos vehemente
de ambas almas el abrazo...
A los dos un recto trazo
de inspiración nos inunda;
que en sazón su fruto cunda
espero que a nadie asombre:
siendo tú niña y yo hombre
será esta unión más fecunda.

GERARDO RODRÍGUEZ

GERARDO DIEGO








SONEXÁSTROFOS
Sonexástrofos. ¿Y qué es eso? No puede estar más claro. Es vocablo compuesto de sone: soneto; exa: seis, y strofo: estrofa. Poema compuesto de estrofas con fundamento y punto de partida, pero que en vez de cuatro estrofas, dos cuartetos y dos tercetos, lo integran seis: tres cuartetos y otros tantos tercetos. En suma, 21 versos en lugar de 14. Ahora bien, la disposición interior es muy curiosa. No se trata de una variante de soneto con estrambote. El estrambote, los estrambotes, porque en tal caso serían dos, van por dentro. Primero marchan los tres cuartetos, los dos primeros, generalmente, encadenados al uso clásico. Y cuando esperaríamos el primer terceto se insiste en otro cuarteto que inaugura nuevas rimas. Sigue un primer terceto, la otra variante del invento, inaugurando otra vez rimas que le anudan con el siguiente.. Y cuando todo parecería acabado viene el último terceto con otra rima nueva, y un verso viudo en el centro. Este es el esquema de uno de los sonexástrofos que, por capricho delicioso, inventa Sagrario Torres en su libro admirable “Esta espina dorsal estremecida”.

Se comprende que un poeta, puesto a hilvanar sonetos, desee variar entonaciones y orden de rimas y asimismo se comprende que llegue un momento en que necesite salirse por la tangente en uso de su perfectísimo derecho. Hay en el libro de Sagrario Torres otro ejemplo curiosísimo que, nos explica, no es deliberado, sino espontáneo y que tardó en darse cuenta de ello. Es un soneto sin sinalefas, asinalefático. Nos cuenta ella que no ha encontrado en clásicos y modernos ningún otro oejemplo, a pesar de haber recorrido miles y miles de sonetos, y así será.

Desde sus primeros siglos se escribieron sonetos con estrambote, palabra italiana como todo lo que al soneto se refiere. No cabe en el soneto todo lo que había que decir y se le cuelga una cola. Las más veces en son de burla. Otras variantes ensayan escapar del endecasílabo, ya ensanchando el verso, como los nobilísimos alejandrinos franceses o hispánicos del modernismo, ya estrechándolo a octosílabos o hexalsílabos o aún menores y mas delgados. Siempre, no obstante, queda el endecasílabo vencedor en riqueza y equilibrio de ritmo.

También se han hecho otras travesuras. Colgar el soneto de los pies, como por ejemplo, Verlaine, empezando por los tercetos y concluyendo por los cuartetos. O bien, quebrantando la disciplina rimada y liberando los cuartetos en rimas independientes. De aquí a la tentación de seguir con otro cuarteto más y dejar sólo disponibles los versos 13 y 14 para un pareado que cierra el seudo soneto como un cerrojo, no va más que un paso, el paso que dieron los poetas ingleses elisabetianos y que entre nosotros también algunos han practicado. Si bien, estos sonetos a la inglesa ya no son sonetos, quiero decir que carecen de algo esencial al soneto: su arquitectura y armazón, su unidad redonda que en ellos desaparece. .Pueden ser poemas bellísimos, como los de Shakespeare y tener su gracia rítmica propia, pero ya nada tienen que ver con la gracia y belleza del soneto italiano, español o portugués.

A mí el juego de Sagrario Torres me recuerda a la guitarra de Narciso Yepes, la de diez cuerdas. Suena más pero no mejor que la clásica. Es difícil que la complicada línea y curvatura interior del sonexástrofo no nos despiste y nos deje un tanto perdidos en sus revueltas. Pero como ella es tan inspirada cantora, sus tentativas ofrecen verdadero interés. Por otra parte, no siempre se atiene a un esquema como el que hemos descrito tan minuciosamente. Dentro de él hay también variantes, liberando más las rimas por ejemplo.

Voy a presentar una muestra del tríptico que dedica a Camilo José Cela.



Te dolieron las piedras más señeras
en derrota y olvido; las gloriosas
vendidas, sin bochorno, a poderosas
y apresuradas manos extranjeras.

Tu pena fue al castillo, a la espadaña
que fueron y no son; por darle vida,
has gritado con pluma estremecida
a ese Lázaro cuerpo de tu España.
i
Te acercaste a Fray Luis en los rumores
de tu alta soledad. Y, por humano,
al niño, al triste, al tonto fue tu mano
en abiertos y trémulos fervores.

Ver y sentir. Batir la dolorosa
sangre del pecho y de los pies, cansado
de revolar la charca hacia la rosa.

¿A qué arrecife llegarán un día
tus saladas cenizas? No habrá losa
que pudra tu gallarda españolía.

Siempre como la mar: cuna y no osario.
Así, clara y nutricia es tu palabra
sin posible responso funerario.





GERARDO DIEGO
9 de Diciembre de 1973

GERARDO DIEGO

GERARDO DIEGO

FRANCISCO VEGUE

M E D I T A C I O N




Tras de leer tu libro, Sagrarito,
quisiera inspiración para expresarte
cuán en verdad admiro en él tu arte,
y cómo de verdad, te felicito.

Escucho en él, de tu alma noble, el grito
que lleva de tu Mancha el estandarte,
donde es tu valentía el baluarte
que ampara su llanura al infinito.

He visto en cada página un momento
de ilusión, de amargura, de contento;
y cómo sin usar de ajenas tocas,
supiste alzar, con fervoroso acento,
el más sublime y bello monumento
a ese dragón de las catorce bocas.


FRANCISCO VEGUE
Mayo de 1969

FRANCISCO TOLEDANO

FRANCISCO MENA CANTERO


FRANCISCO MENA CANTERO


FRANCISCO MENA CANTERO

















A SAGRARIO TORRES EN VALDEPEÑAS


Diste la voz. Te diste entera
y ahora “catorce bocas te alimentan”
para que nunca tengas sed.
Yo soy testigo. Somos
tus hermanos menores,
los que brindamos
con el vino diario de los versos,
los que ganamos un jornal
de estrellas
y apuramos el sol de cada tarde
edificando auroras.

En ti se alza La Mancha hasta el asombro
del mas puro candeal de estrofas.
Contigo brinda Valdepeñas.

Contigo
alzamos la palabra
hasta el mástil del mundo
y dejamos caer la luz
al levantar del barro lo abolido.
Tu vuelves la cabeza para verlo
y como otra mujer de Lot,
en estatua de versos te conviertes.


Francisco MENA CANTERO

FRANCISCO LOREDO


















(Dedicado por FRANCISCO LOREDO en su libro “Vuelta de llave”, editado por “Arbolé”, nº 47 . 1983)


L A S E N S A C I O N

A Sagrario Torres


No hay sensación que no esté perdida
entre el olor y la sombra de la noche,
para verter las ideas, lagarto alambrado,
capitel de las horas y de las brújulas.
Está el sapo hermafrodita que abre la boca
todos los días de la semana.
¿Qué hacemos con los niños
y con los viejos? ¿Y con los poemas?
Jugar al laberinto de las caracolas
o al piramidal taparrabos del oído impreciso.
Una ventana con una paloma
que se asoma y arroja su blancura dramática.
A jugar con todos los idiomas y a pillarse las manos
con las puertas. Huele a primavera y a nostalgia infinita.
(A ver si no pensamos tonterías).
Después de todo el olor a primavera lo podemos conseguir
en el hipódromo o simplemente algún día en Cambridge.
(allí en los colegios, al cabo de la calle, al cabo del parque).

¿Me preguntas o me increpas?
Oh, Dulcinea del corazón inacabado, descubridora de alientos
y letanías. Mágica y terrenal Dulcinea, tronchada
como una caña
en el viento físico de tus domésticos paraísos.
Me apostaría arrancarme los dedos de las manos
o el espectáculo de ver quemarse mi biblioteca
en el acueducto del adulterio.
Le voy a preguntar a tu poesía de asombro.
Creo que no me contesta, amiga mía;
impresionante y milagroso ser humano
“regresando a mi corazón”
desde “esta espina dorsal estremecida”.

FRANCISCO LOREDO