lunes, 24 de agosto de 2009

ritmos desde el péndulo de mi vida. soneto 46

CARTA A DIOS
(TRIPTICO)



III[1]

Gracias, Señor, por mi vientre redondo.
Por toda la humedad de mis tejidos.
Porque crujió mi hueso en alaridos.
Por el amor. Por el dolor tan hondo.

Por los prismas de luz donde me escondo.
Por mis carnales sueños tan vividos.
Porque acercas un canto a mis oídos
y sólo al eco de tu voz respondo.

Gracias, Señor, por no haberme hecho fiera.
Ni emperatriz. Ni hombre que pudiera
gobernar tu ancho mundo desbocado.

Por este cuerpo que jamás quisiera
elevarte sobre su inmensa hoguera
sosteniendo algún cáliz consagrado.


[1] § 1.970
Del libro: “Carta a Dios”

No hay comentarios:

Publicar un comentario