DOS AGOSTOS PASÉ EN UN OASIS DE LA BONANOVA§
Vine hasta aquí. Mi alma se encontraba
con falta de cincel, sin esa doma
que descabalga al corazón y toma
con mimo lo más bello que llevaba.
No lo toqué. Vi el mar como una loma
cercenada y azul que me llamaba.
Yo preferí el jardín en el que daba
de comer en mi mano a la paloma.
Yo preferí la rana, el pececillo,
la palmera, el nenúfar, el granado,
y el girasol esbelto y amarillo.
Vine. Me voy. Me llevo de Rosario
como en un guardapelo su grandeza
y el cariño de un Cela hospitalario.
§ 1.970
La Bonanova. Palma de Mallorca. En casa de C.J.C.
lunes, 24 de agosto de 2009
ritmos desde el péndulo de mi vida. soneto 48
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