PIEDRECITA EN EL VALLE§
Para Paquita Gallego Pozo, enamorada de este soneto.
Redonda y muy pequeña, reposaba
sobre el musgo del valle. Al mediodía,
el sol como a una perla la encendía
y con hilillos de oro la engastaba.
(La recorrió una hormiga que arrastraba
un tronquito que en peso la excedía:
El cuerpo de la hormiga es la alcancía
de metal ahorrador que el mundo alaba).
¿De qué cumbre ha rodado esta preciosa?
¿De qué rincón celeste, o nube, acaso,
saltó para ser libre y ser dichosa?
Ha de venir la nieve a maquillarla,
el hielo a proteger su piel de raso,
hasta que vuelva el sol a iluminarla.
§ 1.991
lunes, 24 de agosto de 2009
ritmos desde el péndulo de mi vida. soneto 16
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