lunes, 24 de agosto de 2009

ritmos desde el péndulo de mi vida. soneto 56

SONETOS A TOLEDO

II

Tajo furioso, atronador, teñido
sanguinolenta y aceradamente.
Soberano que tan gozosamente
toda gloria y poder se te han rendido.

Tú galopas como corcel tendido
y la espumosa crin, salvajemente,
sacude los peñascos del oriente
y en la vega reposas desceñido.

Tú sabes de estandartes y de cruces.
De piedras abatidas y elevadas.
De las tinieblas todas y las luces.

Nadie cambió tus rumbos, los primeros
de la arena y el agua bien trabadas
doblando como mimbres los aceros.

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