lunes, 24 de agosto de 2009

ritmos desde el péndulo de mi vida. soneto 60

SONETOS A TOLEDO

VI

Yo canto al hombre aquí, las maravillas
de sus manos en mil multiplicadas,
sin descanso sus venas empinadas
en prodigio retando a las semillas.

Consumieron la piel de sus rodillas.
En ayunos las ingles bien domadas
bebiéndose sus lágrimas saladas
y un ángel consolando sus mejillas.

Miembros semidivinos desgastando
sus cuerpos en andamio hacia otra gloria
con un sudor de sangre de claveles.

Y Dios, uno por uno, contratando
a la luz de su inmensa palmatoria,
hombres que decorasen tus paneles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario