lunes, 24 de agosto de 2009

ritmos desde el péndulo de mi vida. soneto 24

LA MUERTE ES SOLO UNA LARGA AUSENCIA

(DIPTICO)


I

¡Vives, vives! ¿Dónde hallarte podría?
Yo te busco entre sábanas dormido.
Donde expiró tu cuerpo enfebrecido,
una seda se abre en celosía,

por la que pasa y vuelve cada día
tu imagen y tu voz hasta mi oído.
Todo menos tu nombre, está en olvido
y sólo junto a mí tu cercanía.

Aquí y allá tenerte es lo que quiero.
Sin norte al que mirar, sigo acodada
en mi costumbre de esperar tu horario.

Porque huelo tu esencia derramada,
hasta que me consuma yo te espero
en los relojes y en mi calendario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario